sábado, 22 de enero de 2005

Primera excursión de bisho


El precipicio. Posted by Hello

A las 6 cuando me levanté ya estaba despierto, sus ojitos parecían los tuyos, brillantes, curiosos, emocionados.

–Y yo donde iré?

–Pues en la mochila, en tu bolsita como siempre.

–Pero si voy en la mochila NO VERÉ NADA! ¿puedo ir a tu lado caminando?

–jajajajaaa. No no puedes. Eres demasiado chiquito.

–Pero si soy muy fuerte yo, no me cansaré!

–No puede ser cariño, además imagina la gente, se quedaría sorprendida y preguntaría ¿y este quien es? Que les contesto? Que eres un “bisho” independiente con una almita de alguien a quien quiero mucho? No lo entenderían.

–¿No?

–No

–Y porqué? Los otros también tienen “bisho” yo los he visto hablando con ellos pegados a la oreja.

–Si claro, todo el mundo, o casi, tiene un teléfono, pero “bisho” lo que se llama “bisho” como tú no tiene nadie mas. Eres único y el más guapo.

-jejejeee si, no? soy GUAPO! Bueno, vale, iré en la mochila ¿pero me sacarás de vez en cuando para ver el paisaje?

–Si, lo haré te lo prometo.

Y sin chistar mas se mete en su fundita a esperar. Cuando llegamos a la montaña y empezamos a andar oigo que reclama –¿qué no te acuerdas de mi?– Y me paro y lo saco un momento.

Estábamos en el filo de una arista con fuertes pendientes a uno y otro lado, una vista magnífica.

–¿Qué, que te parece?

–Oh! Oh! Oh! que me mareo! me caeré SUJETAME FUERTE Y TÚ TAMBIÉN TE PUEDES CAER!!!

–jajajaaa, no te asustes que ya te cojo fuerte para que no caigas y procuraré no caerme ¿Te gusta?

–Si es muy bonito pero me da un poco de miedo, pero si me guardas NO PODRÉ VER NADA! ¿Cómo lo hacemos?

–Tranquilo no te preocupes que ya me inventaré alguna cosa para que puedas ver el paisaje al tiempo de ir guardadito y sujeto.

Y cogí una maderita, la puse en el fondo de la funda y así aupadito podía ver por encima. Iba cogidito con las dos manitas, agarrado fuerte, fuerte y sólo se le veían los ojitos y la antenita.

Primero no iba muy confiado, ya sabes, las cabras saltan como cabras por el monte, pero poco a poco fue cogiendo confianza y se tranquilizó.


Alguna vez se oía ¡Hala que bonito! o... ¡que alto que es esto!! en fin... que no calló ni un momento hasta que al final después de saltar y saltar, cuando empezó el camino y el calor se quedó dormido como un tronco.

Lo guardé bien guardadito para que descansara y se terminó la aventura para él.

Se lo pasó bien... y además me preguntó al final del día

–Oye él está muy cansado no?

–Si porqué?

–Pues porque a tu pregunta de si está muy cansado sólo responde: Respuesta SI y nada mas.

Pobrecito no? Lo cuidarás?



No hay comentarios: