Cuidado con los mensajes

Estos días el “bisho” está muy tranquilito, calmado y...satisfecho, casi, casi ha engordado un poco. Da gusto verlo.

Le pregunto -¿qué hay “bisho” haces cara de contento?-

-jejejejeeee si, estoy contento en mi barriguita aparecen mensajes muy, muy bonitos y me pongo contento.

-Me alegro que seas feliz querido “bisho”, si tú lo eres también lo soy yo.

Aunque... el otro día se revolucionó un poquito, creo que fue viernes noche...

Se ha de vigilar con los mensajes porque se lo toma todo al pié de la letra y a veces...

Recuerdas le mandaste un mensaje?: “BISHO” mira la luna y no le tengas envidia. BESOS.

Y claro inmediatamente me pidió permiso para salir al balcón. Y salió y durante un buen rato no dijo nada hasta que entró un poco decepcionado.

–Me dice que mire la luna Y NO ESTÁ! ¿dónde se ha metido? pues si él la ve, en algún lado estará DIGO YO NO? -–protesta ruidosamente-.

–Si hombre si, si te ha dicho que la mires en algún lado estará. Venga vamos al balcón a mirar, y salimos y miramos y no estaba.

–Lo ves? Ni aún encima la maceta la he podido ver.

–Pues vamos al terrado, desde allí se abarca el cielo, posiblemente esté en el otro lado, justo encima de donde esta él.

Y nos vamos al terrado y allí estaba, media luna, en cuarto creciente, media cara blanca y brillante y la otra media oscura, pero se adivinaba todo su contorno, si, allí estaba.

Oh! Oh! Oh!– -grita el “bisho-”–

-–Que pasa?

–-Le ha crecido la barriga, ya no está mordida!

–Claro, está creciendo día a día hasta que llegue a su plenitud cuando esté en su fase más magnífica, la luna llena.

-Esta bonita no? –me pregunta
–
–-Si lo está. Anda mírala y recuerda que no has de tenerle envidia.

–-Si, si ya me acuerdo. No le tengo envidia ya es mi amiga.

Y volvemos para casa, él se va a su sitio y yo empiezo la cena.

Cuando estaba en la cama noto que me toca, que me llama...

–-Estas despierta?

–-Si... que pasa?

–-Oye tendrías que avisarlo porque si va a dormir en el lecho preparado en la luna se caerá y puede hacerse daño.

–-Como? que dices...?

–-Vamos a ver, el otro día cuando la luna estaba mordida con la barriga p’adentro, me dijiste que en aquel hueco había una cama preparada ¿no?

–-Si, esto dije.

–-Pues SI NO HAY HUECO tampoco hay cama y si va a dormir se caerá porque tiene mucho sueño y está “cansao” y a lo mejor no se da cuenta y se pegará un tortazo.

–-No pases cuidado “bisho” que no le pasará nada, ya lo advertirá. Y si no puede dormir en ella lo hará en su cama, pero la soñará, soñará que en la luna está cobijado, arrullado y arropado y descansará y reposará. Yo se lo he deseado.

Anda vuelve a tu sitio a dormir tranquilito y descansa tú también que el domingo tenemos que ir de excursión.

–-Me tengo que ir...?

–-Claro!

–-Me dejas quedar...? aquí... contigo... a tu lado... me dejas? Será la última vez te lo prometo!

Y que querías que le dijera? con esta carita que hace, es un amor mi “bisho” tan preocupado y tan meloso buscando mimos...

–Venga ven, ven a mi lado, acurrúcate aquí en mi pecho y estate quietecito.

Plop! de un salto se metió en la cama, se acurrucó y se durmió.

-Buenas noches “bisho” –le susurro

-Bueeenaaasss noooochesssss......zzzzzzzzzzzzz.........................