miércoles, 1 de junio de 2005

bisho protesta

besos Posted by Hello



Esto era una vez que yo sabía un cuento pero se me quedó dentro y no me acuerdo, voy a ver si me sale otra vez...

Esto era una vez,

un "bisho" pequeñito

que se pasaba el día paseando

metidito en una mochila

todo contento y entusiasmado.

Un buen día, se enfadó

estaba enfurruñado

con su dueña se encaró

le hacía mala cara.

Ni sonreía ni nada.

–Que te pasa?

–Estoy "enfadao"

–Pero porqué, ¿que te he hecho ahora?

–Nada, nada, si te parece -contestó con rentintín-

–Y pues, si no te he hecho nada ¿porque me miras con mala cara?

–Estas tonta o que? -grita- y se le escapa una lagrimita.

–Venga, vamos ven p'acá, dime que pasa...

Lo cogió con mimo, se lo puso en el regazo, apoyadito para consolarlo.

–Empieza, explícate...

–Es que...últimamente, algún día no sueno y tu tampoco me haces caso... y estoy aburrido y triste. ¿Para que sirvo? ¿Ya no me quieres?

–Pues claro que te quiero ¿qué no lo sabes? ¿No vas conmigo a todas partes?

–Si, si p’arriba y p’abajo. ¿y para que? No me coges, no me pones en tu oreja y... aún menos en la cama!

–Vamos a ver, vienes conmigo porque te necesito. A veces he de utilizarte. Pero lo mas importante, me haces compañía. ¿No te gusta hacerme compañía?

–Si, si claro... y ¿tu ya estás contenta?

–Toma, pues claro! Además tu no lo sabes pero estas de vacaciones.

–¿Estoy de vacaciones? Y ¿dónde he ido?

–A ningún lado en concreto, pero siempre conmigo. Estas descansando un poquito. ¿No te gusta descansar?

–Puess... no lo sé. Supongo que si, pero... ¿cuándo se terminen me volverás a coger?

–Si hombre si, no te preocupes. Volverás a sonar.

–¿Y volverás a reírte y me harás cosquillitas?

–Sí, volveré a reírme y te haré cosquillitas.

–¿Y volverás a apretarme las teclitas de mi barriguita?

–No he dejado de hacerlo, pero no me olvidaré. Apretaré las teclitas de tu barriguita.

–¿Y me volverán a dar besitos del otro lado?

–Volverán a darte besitos del otro lado.

–¿Y tu, me darás besitos?

–Te daré besitos, tranquilo.

–Vale, pues así me conformo. Ya no estoy enfurruñado.

Y así fue que “bisho” se quedó tranquilo.

Conforme con la explicación, volvió, el solito

Al bolsillo de la mochila.

Cerro los ojitos y quedó dormidito

Esperando el zumbidito.

...y aquí se acaba este cuento, como me lo contaron te lo cuento.

Las gotitas en el parque de atracciones

un jardín Posted by Hello


Y amaneció y las gotitas despertaron, estaban solas, cada una en un lugar.

Miraron a su alrededor las dos al mismo tiempo, aunque ellas no lo sabían, y se extrañaron, notaban algo raro, no sabían que les pasaba, era nostalgia? era añoranza? no lo sabían eran sentimientos que los tenían dentro no sabían que los causaba.

-Ya se que me pasa! estoy sola... y mi compañera?

Y al unísono empezaron a llamar: Compañeraaaa, donde estás? y el eco repetía, o era otra voz que llamaba? Compañerooooo, donde estás?

Y casi sin saberlo se empezaron a buscar.

El sol las miraba... si tardaban en encontrarse desaparecerían por mucho que se empeñara en no calentar.

Y tuvo una idea, con mis rayos las alumbraré y brillarán y con sus reflejos se encontrarán.

Y así fue, el sol alumbró a una de ellas que brilló esplendorosa, después alumbró a la otra que reflejó sus rayos y las gotitas curiosas miraron interesadas y quisieron saber que pasaba.

Y aún sin saberlo fueron, una y la otra, a su mutuo encuentro. Y se encontraron.

-Jajajajajajaaaaaa eras tú quien brillaba así?

-Jajajajajajajaaaa eras tu que me cegaste a mí?

Ya estaban juntas y de pronto notaron que la añoranza desaparecía y disfrutaban de su compañía. Eso era lo que buscaban, eso era lo que las alegraba.

Que hacemos hoy? –pregunto una a la otra-

-Lo que quieras, lo que te apetezca.

Miraron a su alrededor...¿dónde estamos, donde hemos despertado?

-Mira! es un jardín lleno de flores hermosas.

-¿Vamos a jugar?- propone una de ellas-

-Perfecto! vamos a jugar... y se cogen de la mano.

-A que jugamos? dicen las dos....

Jajajajajajaaaaaa es divertido...siempre coincidimos. Vamos a imaginar.

-Estamos en un parque de atracciones, ¿vale?

-Vale! por donde empezamos?

En una hoja de una gran palmera estaban...

-Mira, parece un tobogán. ¿Nos deslizamos?

Y así lo hicieron, cogidas de la mano se deslizaron entre risas y contento, era un tobogán enorme, largo, verde, fresco....y se dejaron caer... y aterrizaron en el centro de una margarita.

-Una margarita! que linda es? ¿qué podemos hacer?

-Saltamos de hoja en hoja, como si fueran palancas, y brincarán con nuestro cuerpo y nos lanzarán arriba y volveremos a caer y así hasta terminar la rotonda.

Y así lo hicieron, iban saltando de hoja en hoja, la margarita complacida hacía palanca con sus pétalos y las gotitas saltaban de uno al otro como si de camas elásticas se trataran.

Cuando terminaron la rotonda agradecieron a la margarita su esfuerzo y de ella se despidieron.

Escogieron un clavel.

-¿Qué parece?

-Las montañas rusas! Si corremos por sus bordes rugosos y desiguales... parecerá que subimos y bajamos como si fueran de verdad.

Y así lo hicieron, y el clavel las acogió, preparó sus hojas, las preparó con bordes sinuosos de distintos colores.

Y allí que van las gotitas... deslizándose arriba y abajo, ahora juntas, ahora se persiguen, ahora se alcanzan, ahora se abrazan, y venga subir y bajar.... por caminos de colores, por caminos vertiginosos, por caminos embriagadores. Hasta que se marearon...

-Buff! que cansado!

-Si, lo es... es un precioso clavel, que ha sido tan amable de dejar que nos deslizáramos entre sus hojas apretadas, olorosas... sinuosas... como si de montañas rusas se trataran.

Gracias clavel, nos hemos divertido mucho! –agradecen las gotitas-

-Cuando queráis jugar solo tenéis que avisar...me gusta sentir vuestro cuerpo fresco en mis hojas... también me gusta veros disfrutar.

-Y ahora donde vamos?

-Le pedimos a la rosa que nos deje ir con ella?

-Es muy bella, no se si querrá.

¿Rosa, nos dejas venir y jugar contigo? –le preguntan tímidamente-

¿Y a que queréis jugar? –inquiere la rosa sorprendida-

Pues... aún no sabemos, lo pensaremos.

Y que se ponen las dos, todas serias, a pensar... ¿a que se puede jugar con una rosa?

-Ya lo se!

-Yo también!

Jajajajajaaaaaaa ¿a que hemos pensado lo mismo?

Y así es... la rosa servirá como tiovivo, con sus pétalos enroscados... parecerá que demos vueltas y más vueltas y más y más.

-¿Nos dejas? ¿Quieres?

Está bien, si vuestra imaginación puede yo también –contestó la rosa sonriente a la propuesta-

Y la rosa enroscó sus pétalos para que pudieran girar, ahora los abría un poco y parecía que volaran como si en un columpio se encontraran y ahora las cerraba y las gotitas giraban y giraban pues dentro de la flor se encontraban... y volvían a volar... hasta que... el sol las avisó, las hizo brillar.

¿Sol, que ya vas a calentar? –le preguntaron-

-Si, no puedo esperar más.

Espera, espera un momento que buscamos refugio para así mañana juntas podernos despertar.

Se despidieron de la rosa a toda prisa.

-Gracias rosa! Adiós hasta otra.

-Gracias rosa! has sido generosa.

Y hallaron una pequeña flor que se cerraba con el sol.

-Allí nos refugiaremos y bien juntitas dormiremos... nos fundiremos en una gota para no abultar.

En una pequeña flor llamada “dama de noche” se ocultaron para no desaparecer con el sol; al cerrarse, la pequeña flor las resguardaba del calor.

Y allí quedaron y se fundieron. Y gritaron las dos al mismo tiempo:

-Ya está sol ya puedes calentar!

Mañana nos veremos y esta noche cuando la flor se abra con la luna jugaremos.